viernes, 11 de febrero de 2011

MAIS OÙ SONT LES POMPIERS

Cette anecdote, je la dédie à Lansky, bien qu'il soit fâché avec moi. Mais, chose promise, chose due.

Une série d'explosions secoua la maison. Le premier instant de stupeur passé, nous courûmes voir dehors ce qui se passait. La droguerie-parfumerie contiguë à la maison de ma soeur était en flammes. Les produits inflammables, les aérosols éclataient comme ces chaînes de pétards qui ne manquent jamais dans le Levant espagnol les jours de fête. Déjà, les badauds s'étaient rassemblés sur le trottoir d'en face. Pareil à un choeur d'opérette, à chaque détonation ils clamaient des "oh" à l'unisson.

La première chose à faire fut, bien sûr, d'appeler les pompiers dont la caserne se trouvait à 7 km du village. Nos quatre enfants, dont un bébé de neuf mois, étaient déjà en pyjama. Il fallut sortir rapidement, penser à prendre des manteaux, une couverture pour le bébé, nos sacs à main avec les papiers ; en fait, garder notre sang-froid. Une fois dehors, c'est ma soeur qui demanda à la voisine si tout le monde avait pu quitter le magasin à temps. Mon Dieu, Ana ! cria la jeune femme. Ana, toujours heureuse de pouvoir aider sa cousine, 14 ans, syndrome de Down, s'était réfugiée dans la cour. Cette cour d'une dizaine de mètres carrés était formée par trois bâtiments de deux niveaux chacun, sans autre accès que la porte arrière de la boutique. Impossible de rejoindre la gamine. Tout brûlait.

Pas de pompier en vue. Entre-temps, la police était arrivée. "On peut essayer depuis ma terrasse", leurs dit ma soeur. Elle monta donc avec eux à l'étage supérieur. "Tu aurais dû voir le spectacle, me raconta-t-elle plus tard, trois flics qui tournaient en rond, puis restaient cois, incapables de faire quoi que ce soit". Elle mouilla une grande serviette de bain, pensant la jeter sur la gamine qui hurlait, pour la protéger de la chaleur insupportable. Alors, miracle, elle se souvint de la balustrade en fer forgé qui attendait son montage depuis fort longtemps ; sujet de reproche envers son mari. Elle proposa aux policiers de s'en servir comme échelle. Aucune réaction. Eh bien, j'y vais, pensa-t-elle. Ma soeur bien aimée, toute menue à l'époque descendit dans la cour enfumée, et avec une force herculéenne, le poids d'Ana et de la serviette mouillée sur le dos, grimpa un par un les échelons de la balustrade pendant que les policiers maintenaient cette échelle improvisée contre le mur.

Pas de pompier en vue. Le policier en chef gueulait de temps en temps dans son walky-talky : " Mais où sont les pompiers ?". Moi, j'avais déjà flanqué une claque thérapeutique à ma nièce aînée, la pauvre chérie, qui piquait une crise d'hystérie appelant sa mère "Maman, maman, sort, sort".

Ils arrivèrent les pompiers, oui, au bout d'une heure. Ils demandèrent la permission d'utiliser un point d'eau à l'étage supérieur. Quand tout fut terminé, ils nous interdirent d'entrer dans la maison jusqu'au lendemain matin. Il y avait danger à cause de la fumée, et la cloison dilatée par la chaleur risquait de s'effondrer. Deux familles du voisinage nous accueillirent pour la nuit. Aujourd'hui encore, je leur en suis reconnaissante.

Le lendemain, nous trouvâmes la maison inondée. Les pompiers avaient laissé le robinet ouvert.

Je n'en dirai pas plus, sauf peut-être un petit détail : nous apprîmes par la suite qu'au moment où ils reçurent notre appel téléphonique, les pompiers étaient en train de jouer aux cartes.  





15 comentarios:

C.C. dijo...

Asistente de Grillo, gracias. Mira que espacios más chulos.

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Parece que todos hemos conseguido al fin poner los espacios.
Manana imprimo y leo con calma.

C.C. dijo...

D'accord, Antonio, bon week-end.

Vanbrugh dijo...

Imagino que también habrá quien pueda contar historias de bomberos heróicos, que han evitado catástrofes y salvado vidas. Ni estas demuestran que todos los bomberos sean buenos, ni la tuya que todos sean malos y negligentes. Siendo el mundo tan infinitamente variado como es, pueden encontrarse ejemplos de prácticamente cualquier cosa imaginable, y ninguno de ellos prueba otra cosa que esa enorme variedad. Como saben los matemáticos, los casos concretos nunca prueban las hipótesis, se limitan a comprobarlas... para ese caso concreto. Las demostraciones, cuando son posibles -y son posibles en pocos casos: teoremas matemáticos y pocos más- deben buscarse por otros métodos: el del razonamiento teórico, fundamentalmente. Aunque comprendo que no deben pedirse razonamientos teóricos en un blog que se llama "anécdotas".

De igual modo, yo mismo podría contar unos cuantos casos de comportamientos negligentes, arbitrarios y prepotentes de trabajadores de empresas privadas. Para qué vamos a acordarnos del excelente trato que todos solemos recibir de los operadores de telefonía, los suministradores de energía eléctrica, los suministradores de gas... todas ellas empresas privadas cuyos trabajadores no son, precisamente, funcionarios de por vida. Yo tengo mi propia teoría al respecto: aparte del deseo de lucro que por definición mueve a las empresas privadas, y del desprecio a sus clientes -a los que ven principalmente como la fuente, infinitamente exprimible, de la que mana ese lucro- de que muchas de ellas hacen gala, la precariedad y el insuficiente salario de gran parte de sus trabajadores son, en mi opinión, las causas del desastroso trato que recibimos de ellas sus usuarios. Ahora bien, yo no pretendo que ni una, ni diez, ni mil anécdotas que pudiera contar al respecto, sean nada parecido a una demostración de esa teoría mía...

Grillo dijo...

Precisamente por la habitual ponderación con que sueles expresarte me parece un poco pillado tu 'razonamiento teórico' aludiendo al nombre de este blog, querido Vanbrugh. Siempre se cuentan ANÉCDOTAS en estos cuadernos de bitácora: con JÚBILO o sin alegría, con DESCONCIERTO y con CONCIERTO; se HABLA BLA BLA BLA... y hasta los grillos canturrean con repetición de élitros, con sordina o descaro, acertando o metiendo la gamba ocasionalmente. A veces podemos poner el dedo en una llaga que hace saltar a algún aludido con poca, mucha o cierta razón.

Decir que en todas partes cuecen habas no es ninguna pica en Flandes. No recuerdo si fue Ortega quien decía que los tópicos eran lugares comunes pero ciertos.

Y repito que te creo un funcionario probo, diligente y responsable.

Vanbrugh dijo...

No estaba haciendo ningún razonamiento teórico, mi querido Grillo. Te honra la presteza con la que sales en defensa de nuestra anfitriona, pero en este caso no era necesaria, porque no estaba siendo atacada. Muy al contrario, lo que pretendía hacer era disculpar la evidente falta de "razonamientos teóricos" que se aprecia en el post: un blog que se llama "anécdotas", nombre respetabilísimo, está anunciando ya en su título que es a eso, preferentemente, a lo que piensa dedicarse, a contar anécdotas. Naturalmente que puede dedicarse, además, a cuantos razonamientos teóricos le apetezcan, y que no seré yo quien se lo reproche. Y a lo que le dé la gana, que para eso el blog es suyo. Solo me explicaba, a mí mismo y a quien me lea, que es normal que C.C. no haga elucubración general alguna sobre bomberos, eficacias, funcionarios y otras consideraciones, puesto que su propósito declarado es, simplemente, referir anécdotas. Y lo hace, además, francamente bien.

Y no trato de decir que en todas partes cuezan habas: simplemente pongo, a mi vez, un ejemplo de cómo hay empresas privadas, muchas, que no son tampoco modelos de trato al usuario. Y lo hago para ilustrar que, del mismo modo que yo, que creo que ese maltrato al consumidor de algunas empresas se debe a lo poco formados y mal pegados que están algunos de sus empleados, y a lo precario de su situación laboral, no pretendo sin embargo que historias concretas de malas relaciones entre empresas privadas y usuarios supongan una demostración de esta teoría mía, CC, que cree que el mal trato al administrado de algunas administraciones públicas se debe al carácter inamovible de sus funcionarios, tampoco debería tratar de presentar ninguna anécdota concreta, como esta que en tan buen francés nos cuenta, como si fueran una demostración de esa teoría suya.

Grillo dijo...

Efectivi, Vanbrugh: me honra defender a C.C. allá donde creo que tiene más o menos razón, igual que haría contigo si te conociera desde la juventud.

Pero tampoco dudaría en quitársela o abroncarla (incluso en su blog) si entendiera que dice disparates.

Por otro lado - y prometo que esto no es mañoso - ella, como jubilada, no necesita usar las pausas del café en su trabajo para dedicarlas a escribir comentarios largos en todos los blogs por los que pasa.

C.C. dijo...

Siento lo del francés. No tuve tiempo suficiente para hacer la traducción habitual. Pero está en marcha.

Sí Vanbrugh, creo que PODRÍA ser... Igual que creo que Dios PODRÍA existir. "El carácter inamovible de los funcionarios" no son palabras mías. Repito una vez más para que quede bien claro : mi intención, con aquel maldito comentario, fue expresar que el problema no es español sino mundial y que se debe al puesto de por vida. Eso creo, PODRÍA ser, es mi opinión, puede ser que este equivocada, entiendo tus argumentos. De ninguna manera dije que, ya no se puede echar a los funcionarios. todos ellos son insoportables.

Tu mismo hablas de "los operadores de telefonía". Podría contestarte que estás equivocado, que los hay muy majotes. Pero es tan, tan obvio...

Todas las "anécdotas" que yo publico son relatos de experiencias mías reales. La de los bomberos es una entre miles. Ésta la uso como reacción, más bien vacilona, a la lista de Lansky. Lansky al que tendí una mejilla reconciliadora, y que se enfadó aún más.

Claro que tengo muchísimas más historietas de este tipo que he vivido en el SECTOR PRIVADO. Apreciado Vanbrugh, no me tomes en serio, que para mi los blogs sirven para divertirse, para pasar un ratito agradable y nada más.

C.C. dijo...

Perdón, hay que leer : ...dije que, ya que no se puede echar a los funcionarios, todos...

Vanbrugh dijo...

No otra cosa que tratar de divertirme y de pasar un ratito agradable es lo que yo hago y entiendo que haces tú, C.C.

Y si me contestaras que que hay empleados muy majotes entre los que trabajan para operadores de telefonía tendrías toda la razón, pero no me la estarías quitando a mí, porque yo nunca he negado que los haya. Solo he dicho que los hay desatrosos, como entre los funcionarios; y que tan aventurado me parecea achacar esa desastrez a que trabajan precariamente para una empresa privada como me lo parece achacar la desatrez de los funcionarios desastrosos a que trabajan de por vida para una administración pública.

Sinceramente, creo que el tema no da para más. Un saludo muy cordial, ma chère CC.

Grillo, voy a hacer como que no he leído esa amable alusión al uso de las pausas del café para escribir largos comentarios por todos los blogs por los que se pasa. Acabo de olvidarla. Me gustaría no tener que recordarla de nuevo.

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Que situacion, es como si de repente todo se convirtiera en una pesadilla. La verdad es que da miedo la facilidad con la que en un abrir y cerrar de ojos se puede venir abajo la tranquilidad en la que intentamos que transcurran nuestras vidas (al menos yo la mia).
En mi trabajo he tenido que llamar alguna vez a los bomberos por clientes borrachos o alarmas de incendio, pero solo en una ocasion hubo un incendio de verdad. Recuerdo la recepcion llena de gente en pijama o en albornoz a la que acababamos de sacar de sus camas, la Rue de Rivoli bloqueada, una cliente italiana diciendole a su marido (y creyendo que no entendiamos lo que decia) que igual mi companero y yo aprovechabamos el incendio para robarles las cosas de la habitacion y los clientes japoneses haciendo fotos de los bomberos que iban y venian.
Un saludo.

Emmaskarada dijo...

Qué graciosa la anécdota Antonio ( dentro del dramatismo) Pero parece la escena de una comedia italiana de los sesenta.

Yo, en tres años que vivo en Bruselas, nunca he tenido tantos problemas con los asuntos burocráticos. No puedo cambiar la dirección que va asociada a mi cuenta bancaria porque los funcionarios que trabajan en la "commune" de mi barrio han de cambiarla primero en mi carnet de identidad belga ( si, ya sé que estamos en europa pero si vives aqui tienes que hacerte un ID del territorio) Como resultado todas las cartas del banco y otros documentos importantes las envian a mi dirección antigua, donde seguramente nadie recoge esa información ( o se queda con ella para quién sabe qué) Ya no sé qué hacer. He llamado por teléfono y siempre me dicen que van a cambiarlo y enviarme un carnet de identidad nuevo, pero nunca lo hacen.
Esta es una de esas "belgadas kafkianas" que sufren los habitantes extranjeros. No sé si acabaré pagando un precio más alto.

Por otro lado, aterradora anécdota C.C.
A todos nos puede pasar alguna vez.

C.C. dijo...

Emma, hola, sólo decirte que el ID local ya está prohibido por la EU desde el 2008. Es decir que los ciudadanos europeos no necesitan, ni pueden obtener carne otro que el de su país de origen. Basta con registrarse en la oficina competente de tu ciudad, probablemente la de la policía, y te dan un papel que certifica tu residencia. Si cambias de dirección, claro que tienes que ir a verlos. Bisou

Emmaskarada dijo...

Hola CC, tienes razon, lo que pasa es que he cambiado de residencia y, debido a mi condición de temporal, tengo un ID especial que me acredita como trabajadora de la Comisión Europea. Créeme que si enseño mi ID español la reacción no es la misma que si enseño mi ID belga. Desde luego que puedo estar sin él pero me facilita mucho la vida. Ahora el banco me pide que cambie esa dirección en mi ID porque si no no saben qué puedo traer para probar el cambio de casa (no, el contrato de alquiler no sirve) Estoy cansada de tanta burocracia.

En fin, gracias por traducir el día del fuego al español. Seguro que estas muy orgullosa de tu hermana.

bisous

Antonio de Castro Cortizas dijo...

"El dia del fuego": buen titulo!