martes, 8 de junio de 2010

Mi padre y Victor Hugo

Dedico esta anécdota a Grillo quien conoció bastante bien a mi padre, verdadero personaje de novela.

Escribo en francés y, a continuación, una traducción al español aunque a veces me cuesta encontrar el equivalente y la sutileza de ciertas palabras como es el caso de " régaler ". No se me ha ocurrido nada mejor que " hacer disfrutar ". Perdonad, no soy traductora.


MON PÈRE ET VICTOR HUGO
Mon père, coureur de jupons notoire, visita une exposition commémorative du centenaire de la mort de Victor Hugo. Parmi les nombreux documents exposés, une invitation à dîner du poète à des amis concluait ainsi : " Venez. Je vous régalerai. "
Quelques semaines plus tard, mon père, comme il le faisait souvent, organisa un déjeuner à la maison pour plusieurs couples d'amis. L'invitation de Victor Hugo lui revint à l'esprit, et il décida de ne pas appeler les futurs convives, comme il le faisait d'habitude, mais à l'image du " monstre de la littérature " (selon Baudelaire ), leur envoya à tous un petit mot qui reprenait la formule : " Venez. Je vous régalerai. "
La première réponse arriva par retour du courrier. Elle disait :
" Monsieur,
Non merci. Nous ne viendrons certainement pas. Vous avez déjà assez régalé mon épouse. "
Le plus drôle, disait mon père, c'est que je n'ai jamais montré le moindre intérêt à cette dame. Au contraire, c'est l'une des rares femmes qui ne me plaisent pas du tout.
MI PADRE Y VICTOR HUGO
Mi padre, mujeriego notorio, visitó una exposición conmemorativa del centenario de la muerte de Victor Hugo. Entre los numerosos documentos expuestos, una invitación a cenar del poeta a unos amigos concluía así : " Venid. Os haré disfrutar. "
A las pocas semanas, mi padre organizó, como lo hacía a menudo, un almuerzo en casa para varias parejas de amigos. Recordó la invitación de Victor Hugo, y decidió no llamar a sus futuros comensales, como solía hacerlo, sino a semejanza del " monstro de la literatura " ( según Baudelaire ) mandarles a todos una notita que repetía la fórmula : " Venid. Os haré disfrutar. "
Pronto llego la primera respuesta. Decía :
" Monsieur,
No, gracias. Por supuesto que no vendremos. Bastante le ha hecho usted disfrutar a mi esposa. "
Lo más gracioso, decía mi padre, es que nunca he tenido el menor interés por esta señora. Al contrario, es una de las pocas mujeres que no me gustan en absoluto.

6 comentarios:

Grillo dijo...

¿Cómo no he sabido publicar mi anterior comentario sobre 'Dimitrakis' ?
O es que no lo sé ver...

Besos,

Grillo

C.C. dijo...

No, Grillo, no aparece tu primer comentario. ¿ Pinchaste a continuación " Publicar un comentario " ?
Ahora, me voy a tu blog para ver qué foto es esa tan minúscula. Bise

Miroslav Panciutti dijo...

En cualquier caso, muy civilizado el amigo de tu padre. Y, si me permites una ligerísima corrección, en la contestación del presunto cornudo debería decir "por supuesto que no iremos" en vez de "vendremos". Desde mi monolingüismo, siempre me ha hecho gracia cuando los catalanes (hablando en castellano) dicen venir por ir; en francés y en italiano el verbo venir se usa igual.

Un beso y me alegro de que inicies este blog,

C.C. dijo...

Gracias Miroslav. No sé por qué pensé que hablabas alemán. Conozco muy bien la diferencia entre los verbos IR y VENIR y también ALLER et VENIR ; es cuestión de perspectiva. Lo que hice fue reproducir textualmente y traducir lo que había escrito el pobre hombre. Él tenía que haber puesto " nous n'irons pas à votre dîner ", es decir añadir necesariamente un complemento al verbo ALLER. Supongo que en su afán de quedar cortante, empleó " nous ne viendrons pas " ya que en este caso sobra el complemento.

De todos modos me alegro que me des tu opinión y me ayudes a mejorar mi castellano. Un beso agradecido.

Lansky dijo...

La anécdota es genial. Pongámonos en la piel del cornudo, no sólo era civilizado como dice Miros, sino un cachondo (en lo de 'ir' y 'venir' concuerdo con él también.)

Grillo dijo...

Qué paradoja y qué parajoda.
El amigo cornudo de Dimitrakis (tu padre) no pensaba acudir a la invitación por unos celos que se podrían calificar de civilizados... si es que los celos son síntoma de CIVILIZACIÓN, cosa que dudo, no asevero.
Y se da, se dio, la paradoja de que tu padre precisamente no tuvo nungún affaire con la esposa del otro porque no le interesó, no le apateció.

Aún así, efectivamente, era un 'notoire courer de jupons', notorio aficionado a las faldas.

Un besote,

Grillo